De hecho la boda fué muy amena pero totalmente informal, de las que se parecen más a una buena reunión de antiguos amigos que un bodorrio de los típicos. Y tampoco fue en Roma, sinó en el Restaurante Roma de Barcelona.
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El pastel, más por voluntad de los invitados que de los novios. |
Pero como siempre se dice, lo importante es la gente y no el lugar.
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