sábado, 23 de febrero de 2013

Restaurante la Calèche a Llívia



Una buena base y a jugar. Esto es lo que proponem Josep y Olga en uno de los mejores restaurantes de Cataluña, y no estoy exagerando. No es pretencioso, el local y el número de platos no le permitirán ganar estrellas Michelin, pero una vez en la mesa nunca decepcionará.
Como digo una buena base cuidando hasta el más mínimo detalle la materia prima, ingredientes comprados siempre a gente conocida, payeses de la zona, carniceros y otros comerciantes ceretanos y si hace falta buscándolos tan lejos como se necesite. A partir de ahí empieza el juego, en el contraste de productos pero sobretodo en las cocciones, desde productos cocinados más de 48 horas hasta otros totalmente crudos.
Curiosamente aquí sí se podría hablar de la nueva cocina tradicional, a base de unos 12 o 14 platos, concretamente medias raciones (o ¾) cosa que permite probar unos tres por persona. Explicaría algunas de las propuestas, pero aparte de las patatas bravas que ganaron un premio hace unos años el resto van evolucionando mes tras mes, nunca encontraréis lo mismo.
La carta de vinos, pocas referencias pero equilibradas, precios razonables a partir de 20 euros. Nosotros pedimos un Abadal 25 aniversario (me ahorro la cata porque no soy experto, pero en todo caso un gran vino e ideal para acompañar los platos que fuimos pidiendo).
Os dejo aquí una representación.
Carpaccio de ternera de nebraska

Cocotte de cordero

Patatas bravas

A nosotros esta vez nos costó 90 euros la pareja, pero también habíamos comido por menos de 40 por persona.
PD: Creo que comparten familiaridad con el restaurante Bohèmic en Barcelona, tendremos que ir.

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